Paranoyas célebres.

domingo, 10 de abril de 2011

Habrá poesía...

Mientras exista un alma
enamorada... habrá poesía.
¿Qué es la poesía? Tomando conciencia de la palabra en sí, podemos decir que es un tipo de género literario que actualmente suele designar a la lírica, aunque éste sea realmente un subgénero de la poesía, y que plasma los pensamientos en materia para crear algo bello. ¿Qué es verdaderamente para nosotros? ¿Qué es lo que representa? Es un sentimiento, que desbordado por el corazón surge en forma de escrito, de canción. Es un sentimiento que nace del miedo, del amor, de los recuerdos, de los deseos, del dolor. Es un eco, que según Tagore, escritor indio, se convierte en el sonido del universo dentro del corazón humano.

Ahora bien, si es una emoción que rebosa de nosotros y llega hasta nuestros dedos ¿cuál es su intención? ¿Qué es lo que pretende? En ocasiones sólo pretende comunicar algo, mostrar esa exaltación, ese vestigio de pena o afecto. Aunque su objetivo acaba viéndose distinto a los ojos de los demás. 
Unos podemos pensar que lo que procuraba era hacernos sentir cada verso, cada palabra, cada sílaba y entonación del poema; otros que lo que anhela es mostrar algo bello, un pedazo de arte plasmado en un papel de una forma distinta, diferente; y algunos que lo que el poeta trataba de enseñarnos era la forma en la que los hechos debieron haber pasado, convirtiéndose en una queja a quemarropa, directa, aunque muchas veces oculta bajo un manto de palabras que repiten una y otra vez, una desdicha grabada en el tiempo.

Bien, llegados a este punto nos preguntamos ¿quiénes son aquellos designados para escribir poesía? Los poetas, responderéis muchos, pero a decir verdad, esta afirmación no es del todo cierta, ya que un poeta o una poetisa son aquellos que son capaz de hacer poesía de las cosas más cotidianas, que riman y juegan con la libertad del verso como quien juega un partido de tenis sin red, por eso decía Bécquer “podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía”. ¿Por qué? Porque todos en algún instante de nuestra vida hemos escrito algún fragmento sin hacer carrera de ello, todos en algún momento hemos estado o estaremos enamorados, nos hemos sentidos exaltados por el miedo, el deseo, el dolor. Hemos escrito estrofas o versos que, quizás sin rimar, son la viva expresión de este arte, ya que en ocasiones hacer versos “malos” depara más felicidad que leer los versos más hermosos. Citando de nuevo a este gran poeta llamado Bécquer aclaramos el punto aludido, “mientras haya en el mundo primavera, habrá poesía; mientras haya un misterio para el hombre, habrá poesía; mientras se llore, mientras se ría, mientras haya esperanzas y recuerdos, habrá poesía; mientras exista una mujer hermosa, un alma enamorada, habrá poesía”.

En definitiva, este arte es una expresión del alma que le da libertad como cual ave rapaz que vuela, soberano del cielo y de sí mismo. Una expresión que huye de los muros, y que anida en el corazón, en los sueños, en la piel, en el tiempo. Que arraiga en una memoria y, que al ser leída regresa al presente para más tarde volver a un pasado intemporal, a su sublime eternidad. Es, por decirlo de alguna manera una enorme ventana, que se abre para todos y que a veces puede presentar vecinos que dentro de cincuenta años escucharán el eco de una voz que les exprese sus penas, pasiones y quejas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario