Paranoyas célebres.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Ojos que no ven



Ojos que no ven, corazón que no siente. O al menos eso es lo que dicen.

Pero yo, yo creo que no. Yo creo que ojos que no ven tienen una razón para no hacerlo. Ojos que no ven son ojos cerrados, son ojos que lloran, son ojos que padecen ira, dolor, llanto; son ojos que tiemblan de emoción, son ojos que se enfrentan a una luz demasiado potente como para abrirse de par en par. Ojos que no ven son ojos que tienen miedo, que son incapaces de afrontar una realidad dispersa entre los retazos de un sueño; son ojos que, al fin y al cabo sienten en mayor o menor proporción.

¿Sigues pensando que cerrar los ojos te hará una persona ajena al dolor? Déjame dudarlo, ahora tan sólo abre los ojos y despierta, un juego de opciones infinitas te espera.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Ya lo sabes

Porque cree en ti cuando ni tú mismo eres capaz de hacerlo.
Ya lo sabes, pase lo que pase voy a estar ahí cuando me necesites. Aunque nos peleemos. Aunque me dejes de lado. Aunque quiera odiarte y no sea capaz de ello. Aunque yo no sea lo primero en tu vida. Aunque haya otras personas por las que sufras más. Aunque nunca sea lo mismo que antes. Aunque me olvides… 

Nunca voy a negarte un abrazo cuando tengas ganas de llorar. Eso sí, sé buena y no llores mucho, porque sí, las lágrimas son buenas para desahogarte pero no son buenas en exceso, te lo digo como experta en el tema que soy. Así que ya sabes, trata de solucionar los problemas siempre con una sonrisa a pesar de que no seas capaz de encontrar un lado bueno.

Piensa que siempre hay algo por lo que ser feliz, aunque sólo sea por el hecho de que en el mundo habrá miles de personas que estén peor que tú. Piensa que todo ocurre por algún motivo. Piensa que quizás él no te quiere porque habrá otro que te querrá más. Piensa que todo tiene una solución y que si no la tiene, no hay motivos por los que preocuparse. 

Sé que no soy la más indicada para hablar ahora porque, a pesar de que el mundo me conoce como la que siempre le busca el lado positivo a todo, la que siempre da consejos, la que siempre está feliz... cuando los problemas son míos, soy la primera que lo ve todo negro.

¿Pero sabes qué? Después de un tiempo te das cuenta de que todo tenía una razón de ser, te das cuenta de que de todo se puede aprender, de que todo tiene una enseñanza, de que toda transición o crisis tiene una salida. Absolutamente de todo agujero se puede salir, no obstante, saldrás herida. Eso es normal. 
Aun así, quiero que sepas que después de todo el proceso serás más fuerte. Y si no consigues levantar cabeza, ten por seguro que yo estaré ahí, a tu lado tratando de hacerte ver el mundo un poco menos gris.

Te quiero.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

No todo el mundo tiene superhéroes

Aquellos que no encuentran fuga a sus problemas, a las dificultades que la vida les plantea acaban con el sufrimiento con el único modo de ser libre que conocen: morir. Dicen que morir podría ser una gran aventura, un destino único para todos y cada uno de nosotros, algo a lo que todos vamos a tener que hacerle frente tarde o temprano, un destino que nadie puede evitar, un beso de un ángel que a todos nos llegará.

Y es que no es normal. 
No es normal llegar a casa y echarse a llorar por problemas que no tienen ningún sentido, ninguna importancia para el mundo. No es normal llegar a casa y no tener ganas de cenar, no tener ganas de absolutamente nada. No es normal llegar a casa y sentirse desfallecer, sentir que nada merece la pena. No es normal sentir que se es inútil, que no se es capaz de hacer nada bien. No es normal convertir en barro todo lo que se toca. No es normal que todos tus sueños se esfumen de un plumazo. No es normal que en escasos segundos apenas te quede nada. No es normal que lo único que pueda hacerte sonreír sean un par de personas que permanecen siempre a tu lado y lo dan todo durante horas para sacarte alguna sonrisa fugaz, real. Nada de eso es normal. 

Sin embargo, el tiempo me ha enseñado otra cosa.
En realidad, siendo sinceros, me ha enseñado que ese sentimiento es mucho más frecuente de lo que podemos pensar los que, con frecuencia nos sentimos así. Sin embargo, son pocos los individuos que pueden contar con la suerte de tener a personas que lo darían todo por evitar sus lágrimas. No todos cuentan con sus propios superhéroes. No todos tienen una vía de escape. No todos cuentan con ellos y eso, es lo más triste. Eso es lo que nos lleva a entrar en un bucle infinito de desesperación dónde escapar sólo está al alcance de nuestra propia mano.

Dicen que morir podría ser una gran aventura, pero ¿y vivir? Estoy segura de que vivir es la mayor aventura de todas, sólo hay que mantener la esperanza porque al final, te darás cuenta de que todo ocurre por algún motivo aunque en ese momento no entiendas muy bien el por qué. Al final, todo cambiará.

Vivir la vida al lado de alguien que sabes que nunca te dejará caer.
Eso es una gran aventura.