Paranoyas célebres.

Mostrando entradas con la etiqueta Madness Returns. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Madness Returns. Mostrar todas las entradas

viernes, 15 de junio de 2018

Perdón

Perdón si a veces no sé qué me pasa, si exploto como si fuera una bomba que ni siquiera tiene una cuenta atrás. Perdón si a veces me rompo, quizás llevo rota tanto tiempo que cuando creo estar bien doy por hecho que ya estoy reparada. Perdón por ser como soy. Por no tener fuerzas para luchar, por rendirme, por querer desaparecer. Perdón por no estar a la altura de las expectativas, por perderme cada vez que hablo de mis sentimientos. Perdón por no ser capaz de enfrentarme a todos los obstáculos que la vida me pone delante. Perdón, especialmente, por echarte de menos cuando aún sigues a mi lado. Perdón por, en ocasiones, echarte de mi vida cuando no es lo que quiero hacer. Perdón por equivocarme, por hacerte daño cada vez que hablo. Perdón por todo, incluso por existir. Perdón por aparecer en tu vida, a veces deseo que hubiese sido otra persona la que te apoyase cuando las cosas iban mal. Perdón por no hacerte feliz ni a ti ni a nadie.


Perdón, de nuevo, por existir, pero por favor no me sueltes o dejaré de pedir perdón.


viernes, 24 de febrero de 2012

Goodbye wonderland

Goodbye Wonderland, one day I will come back.
En otro tiempo, en otro lugar, en la época de las maravillas.
En otro tiempo, en otro lugar, el mundo era bueno, verde y fértil. El tiempo giraba y de vez en cuando se paraba regalándonos algunos minutos más de felicidad, regalándonos algunos sueños más en una bonita noche.
En otro tiempo, en otro lugar, en la época de las maravillas, el sombrero tomaba el té independientemente de la hora que marcase su defectuoso reloj. La remilgada reina roja se comportaba más allá de su "Que le corten la cabeza" e incluso a mí me cantaba sus poesías y me invitaba a jugar al croquet.
En otro tiempo, en otro lugar, el mágico mundo de las maravillas existió para escapar de la realidad, para merendar bajo los árboles y no tenerle miedo a nada.
Y entonces algo extrañó pasó, el mundo comenzó a girar demasiado deprisa y el país de las maravillas se desmoronó naipe a naipe, ficha a ficha... hasta que la cabeza más sana se fundió con la insensatez; con el rojo carmesí que pintó los nuevos ríos, antaño puros y brillantes. Los buenos pasaron a ser malos y los malos, se volvieron poderosos. Y así, mi maravilloso mundo se volvió violento, más oscuro y oprimido, atando con los brillantes grilletes de Efesto a los antes libres y grandiosos sueños que vivían allí.
Los habitantes de mi país de ilusión me pidieron que mantuviera las esperanzas, pero ¿quién puede ser sensata rodeada de malvada locura? ¿quién puede ser sensata rodeada de gatos que sonríen y tiempos que se fugan? ¿quién puede mantener la cordura rodeada de reinas que amenazan con cortarte la cabeza? ¿Quién?
Yo no, pero volveré cuando deje de tenerte tanto miedo a ti como a la realidad, cuando recupere la esperanza y las ganas de soñar, cuándo deje de tener miedo a mirar lo que guarda mi corazón.
Lo siento, no sabes cuanto lo siento.
Atentamente, tu asustada y novata Alicia, puedes llamarme Cinta.